viernes, 18 de enero de 2008

Jonhy, tres de tres. Historias pasadas.

Por fin acabamos hoy con la serie de "Jonhy", con el ultimo relato que tengo donde hace una pequeña aparición estelar, siendo el protagonista "Wyll", personaje principal de mi "Novelilla" que dudo algún día termine XD. Sin mas preámbulos, os dejo con...

Historias Pasadas

Por El Verdugo

Otra vez sentado en la barra de aquel asqueroso bar, de nuevo mis problemas vuelven a hacer mella en mi espíritu, de nuevo no se como afrontar los males que me pone delante el destino, los únicos que siguen siéndome fieles son mi cerveza fría y mi fito. Lo se, doy pena, eso no necesito que me lo diga nadie, cada vez que algún problema amenaza con destruirme me destruyo yo antes a base de alcohol y alquitrán pero bueno, tengo el ínfimo consuelo de que no soy la única alma en pena, miro a mi alrededor y veo a un noble borracho que, años atrás, seguro fue un buen hombre, ahora vendería a su propia madre si aun viviese, por una única jarra de cerveza. Duerme en las calles, le conozco de sobra, es, como diría cualquier persona normal, un pobre desgraciado, pero bueno, a mi me resulta raro lo normal así que no le doy mas importancia de la que tiene, ninguna. En una esquina, apoyado contra la pared, con un habano en la boca y un sombrero de ala ancha, ataviado con una gabardina larga, no le distingo la cara, solo le veo una barba de mas de 2 semanas y una cerveza negra , veo otro hombre, sumido en sus pensamientos, nadie le molesta, solo se le acerca de vez en cuando el camarero para reponerle la cerveza y cobrarle, no se fía. ¿Y yo? Bueno, yo soy una persona normal y corriente, pero eso también depende de cómo definas la normalidad, no hago caso a casi nadie, me gusta vivir en paz, sin que nadie me moleste, escribiendo mis relatos cortos, unos mas cortos y otros con forma de novela inacabada y de vez en cuando, como cualquier hombre normal y corriente, me gusta amar a una dama, cortejarla e intentar hacer que sea mía, aunque la mayoría de veces mi misión acabe en un estrepitoso fracaso pero lo supero gracias a mis cervezas y mis pensamientos nocturnos.

Bueno, si me permiten, les contare la razón, típica razón se podría decir, de mi soledad y mi depresión crónica. Todo se remonta a una oscura tarde de invierno (¿porqué todas las tristezas se sucederán en invierno?) por aquel entonces vivía junto a la persona que mas amaba en esos momentos, una joven mujer de, bueno, no diré la edad, ya se sabe, nunca se revela la edad de una autentica dama, era la persona mas bella que mis debilitados ojos habían visto, era alta, ni gruesa ni delgada, una cara que podría pasar por alguien de 20 años, unos ojos grandes, sin miedo de mirar al pasado para comprender el futuro, una melena larga de color negro azabache, unos senos tersos, alzados, parecían 2 montañas alzándose sin miedo de que el cielo las tirase, unas piernas largas, tan largas que podrías perderte en ellas y un culo prieto. La verdad es que la amaba y yo creía que ella a mi también hasta que un día, sin previo aviso me dijo que lo nuestro se acabo, me dejo mis maletas en el rellano y me tiro a la calle como un vulgar perro. ¡Que podría hacer yo ahora, un escritor sin talento que solo había vendido 2 cuentos para publicaciones infantiles (omitiré los nombres de dichas publicaciones por respeto a la poca dignidad que aun me queda). No sabia lo que hacer así que me dirigí al único lugar donde podría conseguir dinero fácil, rápido y sin demasiadas complicaciones. Me dirigí a la casa de la “familia” de mi amigo Jonhy, le conocía desde hacia mucho tiempo, le deje mi casa en mas de una ocasión para que se escondiese mas de una vez, por lo que supuse que no me pondría objeción alguna y di en lo cierto Me ofreció un trabajo de “recadero”. Era simple y no era peligroso, tendría mucho tiempo para dedicárselo a mis escritos y por ser yo, me pagaba lo bastante para comer y me ofrecía una habitación en el piso de su “familia”. Acepté sin pensármelo 2 veces. Al año y medio escaso, la familia rival liquido a Jonhy y a su novia por lo que deje el trabajo a los pocos días del funeral y me fui de la ciudad durante un par de semanas, la masacre que habría en aquella ciudad iba a ser demasiado para mi, cogí todos los ahorros que tenia y me marche. Alquile una habitación en una pensión de carretera y allí me quede, escribiendo y escondido, lo se, soy un cobarde, tenia que haberme quedado y haber vengado al amigo que me ayudo en aquel momento tan difícil pero bueno, yo nunca doy un paso atrás en lo que decido hacer. En la recepción de aquella pensión había una mujer, no le hice el mas mínimo caso la primera semana, pero al pasar el tiempo me fije en ella y si hubiese creído en Dios hubiese pensado que era un ángel caído.
Siempre me llevaba las diferentes comidas a mi habitación, pocas veces yo bajaba de ella, me encontraba totalmente aislado y encerrado dentro de mi mente, divagando entre mis pensamientos y mis escritos. Me convertí en alguien mas asocial de lo que ya era antaño, mis únicas conversaciones eran con aquella recepcionista, largas y profundas conversaciones. Me di cuenta que hablando con ella conseguía olvidarme de mis pensamientos y de todo lo acontecido semanas atrás. Ya había pasado un mes desde que paso lo de Jonhy y yo seguía en aquella asquerosa pensión, lo único que me ataba allí era aquella joven, no le había preguntado ni el nombre, no me interesaba, sabia que iba a pasar poco tiempo allí y no quería tener otro nombre en mi cabeza. A las 5 semanas ya estaba harto de aquella habitación, ya había acabado con mas de 200 folios, todos ellos se encontraban arrugados, hechos una bola en la papelera, solo había escrito 2 o 3 paginas en todo aquel tiempo, no podía quitarme de la cabeza lo que le había pasado a mi amigo Jonhy y no podía dejar de atormentarme con la idea de que había huido sin haber hecho absolutamente nada.

Esa misma tarde decidí volver, no tarde mas de 5 horas en llegar de nuevo al edificio de la “familia” de Jonhy, no podía creerlo, las paredes estaban totalmente agujereadas y muchas de las ventanas rotas y quemadas. Entre sin vacilación, sin llamar, de un empujón derribe la puerta, cedió sin problemas, no había nadie allí, nadie me recibió, subí rápidamente hasta la habitación donde antes me alojaba y encontré encima de la cama un pequeño folio escrito, lo cogí y lo leí.


Querido Wyll:

Hiciste bien en escapar, no te lo echamos en cara, tu no eras de la "familia" y no debías de luchar, todos te envidiábamos. Una semana después del entierro de Jonhy se presento aquí la familia rival, tuvimos duros días de lucha, Dios sabe que luchamos con ímpetu y valor, pero aun así todo a sido en vano, han acabado con nuestra "familia" Wyll, no tenemos nada que hacer. Gracias por todo Wyll.”


No podía creerlo, la “familia” había sido destruida y yo no había hecho nada por impedirlo, me sentía destrozado, deshecho, sin ganas de nada, todo había acabado para mi, ya nadie me quedaba, otra vez estaba sumido en otra depresión y de esta me seria difícil salir.

Y esa es mi historia, ahora pienso que debería hacer, si gastar mis pocos ahorros en cerveza y acabar mis días como aquel noble borracho o intentar luchar para vengarme de parte de mi gran amigo Jonhy y aunque muriese, por lo menos el se sentiría orgulloso de mi... por lo menos, una persona se sentiría orgullosa de mi...


FIN

domingo, 27 de febrero de 2005 04:09 a.m.


Y eso es todo amigos. Como habréis podido observar todas ellas las escribí hace años. Últimamente no he escrito casi nada, alguna paranoia en un "txt" y alguna chorrada mas. No se, quizá me equivoque y la inspiración si que exista... Aunque a saber que o quien la proporciona.

Un saludo
Publicado por El_Verdugo en 14:08 |  
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